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Cuando menos lo pienses, habrás llegado a Elafonisi. Sus playas de arena rosa y el mar turquesa te recibirán como mereces. Te habían estado esperando toda una vida. Comprueba lo que parece ser un secreto a voces: la costa oeste de Creta es una sucursal del paraíso. Elafonisi es una península y el mar es tan dócil que recuerda una laguna cristalina donde caminar hasta alcanzar otros fragmentos de erra que parecen islotes separados. ¿Recuerdas cuando eras niño y te emocionaba ir a la playa para encontrar caracolas a cada paso, zambullirte por primera vez en agua salada o sorprenderte tras divisar pequeños cardúmenes que te hacen cosquillas en los pies? Elafonisi te permite recrear esas imágenes de la infancia.
Brillantes estrellas de mar, crestas de arena dorada moviéndose al compás del viento, árboles retorcidos por la fuerza del viento y corales sumergidos en el verdinegro de la lontananza te absorberán por un buen rato. Cualquiera entendería si no quieres irte jamás.
Naturaleza ancestral
Al sur de la ciudad de Chania está el Parque Nacional de Samaria. Bosques de cipreses y pinos dan cuenta de empos muy lejanos, cuando estos árboles eran los únicos moradores de la isla. Permite que te devore una de las gargantas más largas de Europa (16 kilómetros de largo). El recorrido dura cinco horas, así que lleva comida pues, aunque podrás tomar agua de los frescos manan ales,
no encontrarás alimentos en el camino. Moja tus labios con el agua saltarina que, indomable, busca su camino entre las intrincadas paredes de roca, y cierra los ojos y respira ese aire límpido. Si escuchas despeñarse unas piedras desde los acan lados, levanta la vista para que puedas descubrir a un grupo de cabras salvajes, especie endémica de la isla que puebla la zona, que surcan con destreza las pendientes angulosas que provocarían vér go a cualquier ser humano.
Crisol mediterráneo
Antes de que caiga la noche, dirígete a Réthimno, la ciudad costera al norte de la isla. Trata de alcanzar el enclave antes de que el sol se ponga en el horizonte. Aquí verás de nuevo las edi caciones venecianas y turcas que se han vuelto tan comunes en La Canea, pero ahora custodiadas por la famosa Fortezza. Esta edi cación veneciana es una de las más famosas construcciones de su clase. El mar deposita a sus pies una ofrenda de conchas marinas todas las noches. Al adentrarte en ella encontrarás las almenas desde las cuales algunos arqueros dispararon echas contra invitados indeseables. Enclaustrada se encuentra la mezquita del sultán Ibrahim Han, que en sus inicios fue una catedral veneciana. Camina bajo el sol fundido y, cuando se vuelva una sombra, mira desde lo alto cómo las olas rompen contra las gigantescas rocas, entablando un diálogo milenario tan apasionado que acabará por erosionar los guijarros, hasta que estos sean reemplazados por otros. Al nal, el mar ganará. Es una batalla que siempre lo favoreció, desde el inicio de los empos; pero no te entrometas en la acalorada discusión, conténtate con saber que, más temprano que tarde, las aguas vuelven a su cauce.
..Elafonisi evocará imágenes de la infancia y tu primer encuentro con el mar
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