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en el lugar preferido de los visitantes más adinerados, pues estamos hablando del tercer municipio más caro de toda Europa.
Terminando esta zona se alcanza a ver el parque del Garraf, espacio verde localizado en una de las colinas que rodea a Sitges y donde existen varios senderos habilitados para hacer largas caminatas y acercarse a la naturaleza. Pero la caminata puede esperar porque es momento de regresar al centro, ya que a las seis de la tarde empieza a llenarse de vida y no perderá ritmo durante toda la noche.
Ac vidades todo el año
Más allá de sus playas, Sitges ha sido puesto en el mapa por su carnaval, uno de los más conocidos de Europa, pero éste es tan solo uno de los eventos a los que se puede asis r en el año.
El carnaval se celebra durante los úl mos días de febrero y los primeros de marzo, y representa la oportunidad de vivir una colorida
esta con personas de todo el mundo, quienes se mul plican durante estas fechas.
Tras terminar esta temporada de desenfreno, Sitges también es una alterna va para conocer las tradiciones de la Semana Santa. Sin tener las mul tudes de lugares más conocidos por esta celebración, se puede disfrutar tanto de las procesiones que recorren el pueblo, como de la presentación de los pasos realizados por diferentes cofradías del pueblo.
Otra celebración de carácter religioso, y que es digna de verse, es la esta del Corpus. Destaca porque las calles del pueblo son decoradas por alfombras de ores de cuidados diseños, que las convierten en e meras obras de arte.
En un ramo ar s co más contemporáneo, Sitges también se ha sumado a las grandes capitales del cine organizando su propio fes val, que celebra en octubre. Éste está especializado en cine fantás co y es un gran pretexto no solo para visitar el pueblo, sino para conocer lo más nuevo de un género cinematográ co que despierta muchas pasiones.
Sitges jus ca por sí solo una visita para enamorarse del lugar cualquier día del año, pero además ene éstos y muchos otros eventos que lo ponen constantemente a la altura de una gran ciudad. Pocos lugares ofrecen tanto en tan poco espacio.•
La esta de Corpus llena las calles con e meras obras de arte hechas con ores
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